viernes, 5 de abril de 2013

Muerte no es morir

Ya que llevo varios viernes poniendo notas que hablan de la muerte, pongo ahora «Muerte no es morir», un soneto de tono moral, que recuerda a Quevedo y a Teresa de Ávila, del poeta mexicano Joaquín Peñalosa. Figura en Río paisano, su único libro publicado en castellano hace poco tiempo.

«Si ya vas a venir, hazlo más tarde,
aunque mi luz apenas parpadea,
no es que a vivir me aferre, no es que crea
que convertirme en polvo me acobarde.

En mi invierno, el jardín florece y arde
y, a pesar de mi noche, el sol flamea;
deja que se retarde tu tarea,
deja mi río y que tu mar aguarde.

Pero si no seré jamás lo que persigo,
si del árbol de ayer quedó una astilla,
a qué esperar la muerte tan sencilla.

Mi llaga en paz y mi cizaña en trigo,
Dios besó al pecador en la mejilla,
y muerte no es morir si estoy contigo».

Joaquín Antonio Peñalosa. Río Paisano (Poemas de 1998 y 1999, edición en 2011). Sevilla: Fundación Altair, 2011; 99 pp.; edición de Fernando Arredondo; ISBN: 978-84-938675-4-6.