sábado, 18 de mayo de 2013

Un adolescente melodramático

En la nota Timidez e insolencia a un tiempo mencioné las ideas de Dostoievski al componer El adolescente, la novela menos conocida y la más endeble de su época última. Es una narración en primera persona, en la que Arkadiy Dolgoruki, un chico de 19 años, que dice de sí mismo ser «desconfiado, adusto e insociable», habla de sus conflictos interiores, derivados de ser hijo ilegítimo de un hombre con fama de mujeriego, Andrei Versilov, e hijo legal de un hombre mayor y respetado, Makar Dolgoruki. Cuenta la formación de su carácter, sus recuerdos de infancia y de la personalidad de su padre natural, a quien primero rechaza y con quien luego se reconcilia. El personaje de Makar, sin ser el protagonista, representa los valores de bondad y abnegación como, por ejemplo, Mishkin en El idiota, Tijón en Los demonios, o Zósima y Alioscha en Los hermanos Karamázov. Versilov representa la generación romántica del decenio de 1840 y su hijo Arkadiy el nihilismo joven del decenio de 1860.

Dostoievski escribió esta novela para publicarla en una revista titulada Notas de la Patria por lo que se adaptó a las normas literarias e ideológicas de sus lectores naturales, más bien populistas. Por eso, dice Joseph Frank, Dostoievski «decidió escribir una novela sociopsicológica de alcance relativamente limitado, en lugar de dramatizar la colisión de absolutos moral-espirituales en conflicto que invariablemente inspiró sus mejores obras». Consiguió un relato donde se mezclan los acentos picarescos y los propios de una novela de formación pero donde la tragedia se vuelve melodrama y, más que otras novelas, tiene un tono emocional alto que resulta cansino y suena inflado. Esto se puede apreciar, por ejemplo, cuando el narrador se califica a sí mismo de ser «harto propenso a echar la culpa a los demás; pero esta propensión muchas veces engendraba otra idea, sobrado enojosa para mí; la de ¿no sería yo el culpable y no ellos? Así que a menudo solía culparme a mí mismo de un modo horrible». Con todo, a pesar también de la menor unidad estructural comparada con las otras novelas extensas de Dostoievski, tiene valor como estudio psicológico y es representativa de sus preocupaciones.

Fiódor Dostoievski. El adolescente (Подросток, 1875), en Obras Completas, tomo II. Madrid: Aguilar, 1949, 4ª ed.; 384 pp.; trad., introducción, prólogo, notas y censo de personajes de Rafael Cansinos Asens.