A propósito de las relaciones entre ética y estética, y de la influencia de las opiniones de alrededor en las dos áreas, decía Gombrich que, «en ambas zonas de valor, los criterios del grupo influyen en nuestras decisiones; en ambas quedan interiorizados en la voz de la conciencia o en aquello a lo que los psicoanalistas llaman el superego. Hay, escondida en nosotros, una angustiada criatura que pregunta: “¿Puedo hacer tal cosa?”, o “¿puede gustarme tal cosa?” Sin embargo, en un aspecto hay seguramente una gran diferencia entre ética y estética. Allí donde se trate de cuestiones morales debemos batallar, desde luego, contra el conformismo y conservar nuestra independencia crítica frente a las presiones sociales, hasta allí donde resulte humanamente posible. Ya que la ética no forma parte de la feria de las vanidades».
E. H. Gombrich. «La lógica de la feria de las vanidades» (1974), Ideales e ídolos. Ensayos sobre los valores en la Historia y en el Arte (Ideals & Idols, 1979). Madrid: Debate, 2004, 2ª ed.; 224 pp.; trad. de Esteve Riambau i Saurí; ISBN: 84-8306-585-1.